En un lugar de la UAM, cuyo nombre merece recordar, habita la España de El Quijote. Un espacio en el que su monarquía creó el primer imperio global de la Historia. Un tiempo, entre los siglos XVI y XVII, en el que su sociedad alcanzó la excelencia en las artes y las letras. Aunque ese esplendor se dio en plenos aires de cambio. Pues España pasó de la hegemonía a la decadencia, de la expansión a la crisis.
Este curso pretende trazar la historia de aquella época. Entre el Renacimiento y el Barroco su cultura marcó la pauta en Occidente: las obras literarias —La Celestina, El Lazarillo, etc.— se tradujeron enseguida en las imprentas europeas y americanas; las ropas marcaron la moda cortesana; la tendencia más fashion era “vestir a la española”; los tratados militares y políticos fueron estudiados por los enemigos.
La acumulación de talentos en la Villa y Corte de Madrid (Cervantes, Lope, Velázquez, etc.) tuvo réplicas en las grandes ciudades de imperio, pues en Sevilla, Lisboa, Barcelona, Nápoles, México o Lima se multiplicaron academias literarias, estrenos teatrales y fiestas. Una síntesis de pueblos unidos por la lealtad a la Corona y la fe católica.
En nuestro recorrido por esa España del Quijote pasaremos de la campana al reloj y de la geografía fantástica a la real. La sociedad estuvo polarizada entre los privilegiados —nobleza y clero— y los pobres y los picaros. El Humanismo fue cultivado en las universidades. La familia, la alimentación, la vivienda, los juegos y las fiestas protagonizaron la vida cotidiana.
En el tiempo del Quijote las luces de los genios literarios y artísticos brillaron sobre las sombras de la Inquisición. Viajemos, pues, a esta excelsa cultura del Siglo de Oro.